Tengo los pies descalzos, el alma gastada y el estomago vacío. Tengo los brazos rasgados y los ojos secos. La palma de la mano con mensajes subversivos y mi mente llena de datos absurdos.
Me canse de los mundos de colores, llena de gente con sonrisas grandes como carteles de neón taladrenado en mi cabeza. Boto el alma a pesados, no pertenezco, soy el anacronismo de una persona. Sé lo que soy y sé que soy un ser gris que camina sin zapatos por un mundo donde el asfalto daña. Creo caminar pisando pastos suaves y escuchando las hadas a mi alrededor, pero cuando abro los ojos solo veo el baño, con sus paredes manchadas de sangre. Vuelvo a cerrar los ojos y el mundo gris pero con hadas es mio y solo mio. Ahí pertenezco y ahí quiero estar. Para siempre.